El vicepresidente de Colombia, Óscar Naranjo, dijo hoy que el país, ahora sin conflicto tras la firma de la paz con la guerrilla de las FARC, espera eliminar «para siempre» los cultivos de coca.
Al reaccionar a las versiones de prensa sobre un posible aumento de los cultivos ilegales en el país, Naranjo declaró a periodistas que el Gobierno colombiano reconoce que tiene un problema, lo visibiliza y «actúa con toda contundencia».
«No vamos a pelear con las cifras, nosotros vamos a enfrentar es a los narcotraficantes», agregó.
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), los cultivos de coca en Colombia se duplicaron en los últimos dos años hasta alcanzar las 96.000 hectáreas en 2015, después de varios años a la baja.
Mientras que cifras de la Casa Blanca indican que los cultivos de coca en Colombia crecieron el año pasado un 18 % hasta alcanzar la cifra récord de 188.000 hectáreas sembradas, con una producción potencial de cocaína de 710 toneladas métricas.
El funcionario aseguró que para este año el Gobierno colombiano se ha propuesto la meta de «erradicar de manera forzosa 50.000 hectáreas y avanzar en la sustitución de otras 50.000 por vía de acuerdos voluntarios con las comunidades».
Consideró que de erradicar esas 100.000 hectáreas, «será fundamental no solamente para quebrar la tendencia del crecimiento que se registró durante los últimos dos años, sino para regresar realmente al mínimo histórico» que el país quiere alcanzar.
«Adicionalmente, comprometernos para que, ahora sin conflicto con las FARC, no estemos simplemente interviniendo hectáreas de cultivos expuestos a la resiembra, sino que estemos realmente eliminándolos para siempre», agregó, en alusión al acuerdo de paz alcanzado en noviembre del año pasado entre esa guerrilla y el Gobierno.
El Gobierno colombiano suspendió en mayo de 2015 las fumigaciones aéreas de cultivos de coca con glifosato, un potente herbicida químico utilizado para erradicar los cultivos ilícitos, tras un fallo de la Corte Constitucional que ordenó hacer seguimiento a los posibles efectos que la aspersión de ese herbicida pueda tener sobre la salud humana. EFE