El pasado martes, el Gobierno de Mauricio Macri designó a Hernán Lacunza como jefe de las finanzas del país, pero, a pesar de sus promesas de sostener su moneda y afrontar la crisis, los mercados no frenaron sus caídas.
Lacunza, se encargará de las acciones del país, tras revés sufrido por el oficialismo en las elecciones primarias del pasado 11 de agosto.
En una comparecencia ante la prensa, el nuevo ministro dijo que Argentina vive un «momento complejo» pero aseguró que el país «tiene sobrados argumentos para poder salir adelante y garantizar la tranquilidad de los argentinos en este proceso electoral», cuyo próximo hito serán los comicios presidenciales del 27 de octubre.
La semana pasada, a raíz de las turbulencias cambiarias, la autoridad monetaria intervino vendiendo en la plaza cambiaria unos 500 millones de dólares y elevó la tasa de interés de referencia de la política monetaria al 74,9 %.
No obstante, Lacunza también dijo que contener esta volatilidad no será posible sin una política fiscal consistente y en este sentido aseguró que se cumplirán las metas fiscales, uno de los principales temores de los inversionistas internacionales.
El directivo reemplaza a Nicolás Dujovne, quien ocupó el Ministerio desde enero de 2017 y fue impulsor del acuerdo con el FMI de fuerte ajuste para llegar al equilibrio fiscal, a cambio de un préstamo récord de US$56.000 millones.