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VAR o no VAR: una decisión que puede cambiar el fútbol para siempre


La Argentina de Diego Armando Maradona eliminada en los cuartos de México 86. Francia tumbando a Alemania en España 82. España en las semifinales de Corea y Japón 2002. No, nada de eso ocurrió, pero bien podría ser cierto si se hubieran evitado errores arbitrales clamorosos.

La International Football Association Board (IFAB), el organismo que vela por las reglas del fútbol, se reunirá el sábado en Zúrich para tomar una decisión que puede cambiar para siempre el deporte rey: aprobar o no la introducción del videoarbitraje (VAR) de cara el Mundial de Rusia 2018.

«El fútbol hoy en día es un negocio», explica a dpa Massimo Busacca, jefe de árbitros de la FIFA. «Hay muchas partes involucradas, hay dinero, hay prestigio. Si hablamos desde este punto de vista y podemos evitar una decisión equivocada, un error, ¿por qué no hacerlo?».

La FIFA, que forma parte de la IFAB, apoya la introducción del VAR. Aunque admite que tiene que evolucionar para evitar la confusión que creó en sus primeros torneos, como el Mundial de Clubes 2016 y la Copa Confederaciones 2017.

«No puede ser perfecto desde el primer día. Nadie es perfecto, pero con el VAR tenemos la capacidad de evitar un problema. Cada día funcionará mejor, pero, claro, toda novedad necesita un tiempo para implementarse», cuenta Busacca en Sochi, donde esta semana se celebraron varias reuniones previas al Mundial.

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El ex árbitro internacional estará el sábado en la reunión de la IFAB, un organismo que hace un mes presentó un informe muy favorable al VAR. «Hemos visto los resultados y son alentadores», comentó el director general de la IFAB, Lukas Brud.

Sin embargo, esta misma semana la UEFA cerró la puerta al VAR para la próxima temporada de la Liga de Campeones al considerar que aún existe «una gran confusión» sobre su uso.

La historia del fútbol tiene capítulos muy oscuros en lo que a errores arbitrales se refiere. La «mano de Dios» de Maradona en México 86, la agresión del portero alemán Harald Schumacher al francés Patrick Battiston o la eliminación de España en el Mundial 2002 son únicamente tres ejemplos.

Otros deportes como el tenis, el rugby o el baloncesto ya abrazaron la tecnología para dirimir algunas jugadas polémicas. La FIFA introdujo el Detector Automático de Goles (DAG) en Brasil 2014, con lo que se terminó el debate de los goles fantasma, pero el VAR supondría ir mucho más allá.

El videoarbitraje se aplica de la siguiente manera: si hay dudas en una jugada decisiva, el árbitro principal puede recurrir a sus asistentes de video o bien pueden ser estos los que alerten al juez del césped. Entonces, el partido se para mientras que los asistentes de video examinan las imágenes grabadas e informan al árbitro mediante un sistema de audio de lo que están viendo en pantalla.

No obstante, la decisión final estará siempre en el silbato del árbitro principal. Éste tomará la decisión tras ver el video en una pantalla situada a pie de campo o basándose en la información que le han comunicado los asistentes de video.

Hasta ahora, la FIFA reconoce cuatro supuestos o jugadas decisivas en las que se puede aplicar el VAR: goles, penales, tarjetas rojas o confusión de identidad.

La FIFA ya probó el sistema en varias competiciones, como el Mundial de Clubes, el Mundial Sub 20 o la Copa Confederaciones. Ayudó a evitar grandes errores, pero generó una gran confusión entre los aficionados. Por su aplicación, por el criterio del árbitro y, sobre todo, por el tiempo que se emplea en tomar la decisión. Se han dado casos de jugadores que han celebrado un gol para minutos después verlo anulado.

Busacca cree que eso no es un problema. «En el fútbol actual, con suerte se juegan 58 minutos de 90. Se pierde un minuto con la lesión de un jugador, otro con un córner, otro con una falta. No vamos a pelearnos por 30 segundos. Lo importante es tomar la decisión correcta».

Hay algo seguro: la polémica seguirá y seguirá, haya VAR o no. El objetivo del videoarbitraje no es acabar con la polémica, para muchos esencia misma del fútbol, sino reducir el número de errores. Al final, la decisión dependerá siempre del criterio de un árbitro.

«Con el VAR habrá menos polémicas, pero quitará un poco la espontaneidad del fútbol», opina el francés Zinedine Zidane, entrenador del Real Madrid.

En el mismo sentido lo ve el ex seleccionador argentino César Luis Menotti. «No me parece que sea fundamental, lo que hay que intentar es preparar a árbitros que tengan todo el conocimiento posible. Las jugadas que son discutidas van a seguir siendo discutidas», señala a dpa «El Flaco».

El argentino Jorge Burruchaga, por su parte, lo ve positivo pero pide mesura. «No te puedes involucrar más que en determinadas jugadas porque si no, sería un loquero. Y más en un deporte que se juega en una terreno de siete mil metros cuadrados. Si a cada ratito se interrumpe, el deporte es otra cosa», dice a dpa el hombre que marcó el gol que le dio el título mundial a Argentina en México 86.

Aquella copa acabó en Argentina por Burruchaga, por Maradona y también porque ni el árbitro tunecino Ali Bin Nasser ni su asistente vio la «mano de Dios». ¿Qué habría pasado con el VAR? Burruchaga explota en carcajadas ante la pregunta: «¡No lo hubieran visto!»


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